15 Jul 2017
julio 15, 2017

El vino y las palabras

 Lo importante es que hablar del vino es hablar de pasión.

El vino es un alimento. De todas las cosas que hay que saber sobre esta bebida, esa debiera ser la primera.

Tiene una vasta historia, ha acompañado la evolución del hombre.

El vino es nuestra bebida nacional, se comparte. El lugar de una botella de vino es en la mesa.

Un vino nos habla, se expresa, nos cuenta del terroir, de su tiempo de vida, del trabajo del hombre, de la pasión; sus aromas, sabores, su textura, su armonía nos embarcan en un viaje de gozo, de disfrute.

Tomar una copa de vino se relaciona con brindarle al paladar y al espíritu placer.

El vino es un gran amigo, hay vinos para todos los momentos y para todas las personas. El vino tiene carácter, personalidad. Es el gran compañero de una buena comida pero también marida a la perfección con un buen libro, una película, con música.

Los vinos son como las personas, algunos son joviales, frescos, se abren fácilmente, son ligeros, evidentes, simples, no persisten; otros, algo tímidos tardan en expresarse, hay que darles tiempo, no apurarlos, más complejos, robustos, carnosos, van mostrando con el paso del tiempo su potencial, su pasado.

Cuando se elige un vino, cuando una persona compra una botella no sólo está adquiriendo una bebida alcohólica, el fruto de la vid; dentro de una botella hay mucho más: hay sabiduría, historia, cultura.

El vino es un producto que se presta a ser comunicado, explicado a los consumidores, quienes se asesoran, orientan y reciben recomendaciones sobre marcas, estilos y bodegas a través de los medios.

La Comunicación del vino se fue aggiornando, en nuestro país hace quince años podríamos decir que el tema estaba reservado a un selecto grupo de personas y los referentes eran sólo dos o tres. En la actualidad eso cambió; radio, televisión, gráfica, internet, redes sociales, todos tienen acceso y la cantidad de conocedores del mundo del vino ha crecido exponencialmente.

Hay diferentes estilos de comunicar el vino, unos simples, sencillos, directos, otros con un vocabulario más técnico, con algo de jactancia, presunción, dirigidos quizás a diferente tipo de consumidor.

Podemos elegir qué estilo preferimos, cuál nos gusta más o nos parece más correcto; pero realmente lo importante es que hablar del vino es hablar de pasión.

Fuente:  Andrea Castillo